Laboratorios creativos en escuelas de San Antero para dar nueva vida al plástico
“Reducir, reutilizar y reciclar” se ha convertido en el mantra de los estudiantes del corregimiento El Porvenir, quienes transforman lo que antes era considerado basura en auténticas muestras artísticas, con un ingrediente especial: la creatividad.
Con trenzado, termofusión e imaginación, los residuos plásticos dejan de ser desechos para convertirse en prototipos sostenibles, así lo demuestran los estudiantes del programa ‘Jóvenes Protectores del Ambiente’, pertenecientes a los semilleros de investigación de la IET Nuestra Señora del Rosario, en el municipio de San Antero, Córdoba, quienes, durante una jornada de experimentación, demostraron cómo la creatividad puede transformar el plástico en nuevas oportunidades.
La magia ocurre en los llamados ‘Laboratorios Creativos’, donde los jóvenes de la comunidad descubren que el plástico no es un desecho, sino una oportunidad para aprender, innovar y emprender.
Todo esto es posible gracias al programa ‘Movámonos en ComUNIDAD’ del Oleoducto Central S.A. (Ocensa), a través de su aliado en territorio, ACDesarrollo, con ellos se impulsan espacios educativos que permiten reconocer materiales y darles una nueva vida útil.
Estas actividades hacen parte del convenio Sinergia Verde, liderado por Ocensa, como parte de su portafolio de inversión social, en el marco de la concesión portuaria otorgada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
La tallerista Diana Marcela Guzmán Reyes, conocida popularmente como “Diana ReUso”, por su labor en pro del reúso de los elementos reciclables, sostuvo que se trata de una experiencia pedagógica con bases científicas: “Son laboratorios creativos basados en el método científico, ya veníamos trabajando con bioplásticos, y esta vez nos enfocamos en los plásticos, reconociendo los materiales de los que están hechas la mayoría de las cosas” explica la instructora. “Estudiamos las tres grandes familias de plásticos y nos centramos en los más usados: los termoplásticos, con esto buscamos generar no solo aprendizajes, sino también ideas innovadoras que puedan convertirse en emprendimientos a futuro, reconocer los materiales, las normativas y la diferencia entre reciclaje y reúso nos ayuda a ser mucho más circulares al momento de consumir, usar y desechar” agregó.
Los participantes también resaltan sus aprendizajes, como el caso de Freddy Mendoza Llorente, quien comentó: “Me siento muy bien por hacer parte de esta iniciativa, porque me llamó mucho la atención ver cómo mis compañeros daban otro uso al plástico, algo que normalmente consideramos basura”.
Por su parte, Leidy Laura Pineda Pérez señaló: “Hemos aprendido sobre los termoplásticos y hemos aplicado las tres R: reducir, reciclar y reutilizar, ahora sabemos cómo darle una nueva vida útil a esos plásticos que uno considera basura, es un tema que me gusta mucho y me gustaría seguir aprendiendo más, pero también compartirlo con otras personas”.
“Gracias a Ocensa y a ACDesarrollo por permitirme estar en este programa tan especial. Cada vez que vengo me siento feliz, porque me enseñan a reutilizar el plástico y a convertirlo en manillas, pachas y hasta camisetas”, expresó Luis Fernando Sepúlveda.
Los laboratorios creativos van mucho más allá de ser un programa ambiental, son espacios para la pedagogía y la conciencia ambiental, están generando espacios de ocupación productiva del tiempo libre y una alternativa para que los jóvenes sean productivos mientras ayudan a preservar su entorno.
Fuente: OCENSA