La COP30 y la nueva era de restauración y resiliencia forestal

large mG6hAWFbU EynfBev1fIk6hfdfrtlr3k9fEo 5g cD4 2c2fcÚltimamente se han producido conversaciones positivas en torno a la restauración forestal. Image: REUTERS/Beawiharta

  • Este año se observaron avances alentadores en las Reuniones de Impacto sobre Desarrollo Sostenible y la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde se puso de manifiesto un interés creciente por los enfoques positivos para los bosques.
  • Dos señales positivas de los debates sobre el clima y la naturaleza son el compromiso de Brasil de aportar 1000 millones de dólares al Fondo Bosques Tropicales para Siempre y el plan de México de restaurar el 30% de sus tierras degradadas.
  • La próxima conferencia sobre el clima tiene como objetivo mejorar la financiación y la colaboración entre los sectores público y privado, la sociedad civil, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.

Un mes de septiembre más húmedo de lo habitual llevó a los visitantes a buscar sombra bajo los cerezos de Bryant Park mientras se desplazaban entre los eventos de las Reuniones de Impacto sobre Desarrollo Sostenible (SDIM) 2025 y la Semana del Clima de Nueva York.

Representantes del Foro, de gobiernos, de entidades asociadas y de la sociedad civil se reunieron para compartir ideas y soluciones sobre cómo abordar uno de los mayores desafíos del siglo XXI: detener y revertir la deforestación, acelerando al mismo tiempo la conservación, la restauración y la gestión de bosques más saludables, resilientes y abundantes.

A nivel mundial, los bosques generan ingresos económicos por valor de 450 000 millones de dólares anuales, proporcionan servicios ecosistémicos esenciales y dan sustento a 1600 millones de personas. Sin embargo, también se encuentran amenazados.

A nivel mundial, la deforestación está disminuyendo, pero los países siguen estando muy lejos de cumplir los objetivos globales. En 2024, los bosques tropicales primarios desaparecieron a un ritmo de 18 campos de fútbol por minuto, casi el doble que en 2023.

Este desafío es el núcleo de la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, cuyo objetivo es restaurar los paisajes degradados a nivel mundial para 2030, en consonancia con los compromisos contraídos en la Hoja de ruta para la financiación forestal.

La ruta a Belém

Cada vez se reconoce más que los bosques no son solo herramientas para la captura de carbono; se está trabajando para proteger nuestra infraestructura crítica que sustenta la resiliencia climática y de la cadena de suministro, la regulación de la temperatura y las precipitaciones, la seguridad hídrica y alimentaria, la mejora de los medios de vida, la diversidad biológica y el bienestar humano.

Cada dólar invertido en restauración genera entre 7 y 30 dólares en beneficios cuantificables, por lo que la infraestructura natural puede servir como protección frente a crisis sistémicas e impulsar mercados sostenibles. A continuación, destacamos algunos signos concretos de progreso que han surgido de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la semana SDIM.

Liderazgo de Brasil: Fondo Bosques Tropicales para Siempre

En la sesión inaugural del Fondo Bosques Tropicales para Siempre, celebrada el 23 de septiembre, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció que Brasil aportará mil millones de dólares a la iniciativa. El fondo, que promueve un nuevo modelo de financiación para la conservación de los bosques tropicales, se pondrá en marcha oficialmente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebra en Belém (Brasil).

Lula hizo un llamamiento a los socios internacionales para que realizaran contribuciones ambiciosas, afirmando: «Brasil dará ejemplo y se convertirá en el primer país en comprometer mil millones de dólares para el fondo».

Más de 70 países en desarrollo con bosques tropicales pueden optar a recibir apoyo. El objetivo del fondo es proteger los ecosistemas vitales para la regulación del clima y la vida en la Tierra. Otros 34 países se han sumado al fondo para mostrar su apoyo.

Plan nacional de restauración de México

México ha avanzado en su Plan Nacional de Restauración, cuyo objetivo es abordar el desafío representado por la degradación del 30% del territorio mexicano y convertirlo en un caso de éxito en materia de restauración.

El plan se elaboró conjuntamente con más de 100 partes interesadas, entre ellas autoridades ambientales, comunidades Indígenas y afromexicanas, el mundo académico y el sector privado.

El programa se enmarca como una herramienta para la justicia territorial, la regeneración de las comunidades y el esfuerzo ecológico, y constituye una de las principales hojas de ruta nacionales integrales para la restauración en América Latina.

Su objetivo de reforestación es de 200 000 hectáreas en los próximos tres o cuatro años. El plan se ha diseñado en colaboración con el sector privado de México para acelerar la restauración y garantizar la responsabilidad compartida entre el gobierno y las empresas.

Amplio apoyo a la convocatoria de múltiples partes interesadas

Tanto 1t.org como la Alianza para los Bosques Tropicales (TFA) organizaron sesiones muy concurridas en SDG Impact y la Semana del Clima de Nueva York, donde se siguió ofreciendo un espacio para compartir avances, desafíos y éxitos.

Los innovadores e inversionistas mostraron los importantes avances logrados en los compromisos relacionados con los paisajes degradados y el fortalecimiento de la resiliencia frente a las amenazas emergentes, y describieron las herramientas, las tecnologías y las tradiciones de sabiduría indígena que han respaldado el progreso del mercado.

Entre los éxitos de 1t.org también se incluye la organización de un taller sobre incendios forestales en colaboración con PwC y The Nature Conservancy.

Financiación forestal y cooperación global

En la COP30, las sesiones adicionales de 1t.org y TFA se centrarán en nuevas formas de apoyar a los bosques tropicales para alcanzar los objetivos globales en materia de clima y biodiversidad, manteniendo al mismo tiempo la seguridad alimentaria, hídrica y energética, y sosteniendo los medios de vida de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.

Estas sesiones pondrán de relieve la necesidad de mejorar la comunicación, la coordinación y la cooperación entre los líderes de los sectores público, empresarial, financiero y de la sociedad civil.

Entre los objetivos se incluyen mejorar la comprensión y el respaldo de la Hoja de Ruta de Financiación Forestal por parte de la Alianza de Líderes Forestales y Climáticos, así como aumentar la conciencia sobre los progresos realizados hasta la fecha en la aplicación y el fortalecimiento de los compromisos de colaboración para el desarrollo y el despliegue de soluciones a la escala y el ritmo necesarios.

La comunidad empresarial sigue comprometida

Hemos escuchado a jefes de sostenibilidad y líderes empresariales que se enfrentan a nuevos desafíos, entre ellos sistemas normativos excesivamente complejos, falta de credibilidad corporativa debido a presiones políticas y compromisos superficiales en el pasado, desinterés de los consejos de administración por la supervisión de la sostenibilidad e información errónea que puede socavar la planificación a largo plazo.

  • Los líderes empresariales reconocen que la inversión en infraestructura natural, como los bosques, debe estar respaldada por una lógica comercial.
  • Accenture esbozó un nuevo marco que cuestiona los modelos de liderazgo jerárquicos y de mando y control, examinando los beneficios de un liderazgo descentralizado y compartido que refleja la forma en que se gobiernan los ecosistemas.
  • En China, Ant Group cumplió su compromiso antes de lo previsto: entre 2016 y 2025, plantó 619 millones de árboles en 4366 kilómetros cuadrados de terreno.
  • Ant Group también donó 719 millones de yuanes (100 millones de dólares) a las comunidades locales para mantener y plantar los árboles.

La siguiente fase de la acción forestal dependerá de alinear la innovación financiera con una ejecución creíble, fortalecer la colaboración público-privada y garantizar la equidad local en las soluciones globales.

En conjunto, estos esfuerzos constituyen la base de una nueva era de restauración y resiliencia, definida no solo por la ambición, sino también por un progreso tangible hacia el objetivo de detener y revertir la deforestación para 2030.

Fuente: WORLD ECONOMIC FORUM