El informe Brundtland, el origen jurídico del desarrollo sostenible y la participación colombiana

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Con una frase que dice mucho en pocas palabras inicia el documento presentado por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) de las Naciones Unidas, conocido como Nuestro Futuro Común: “La Tierra es una sola, pero el mundo no lo es”.

Por: Álvaro Hernando Cardona González*

Este informe se convirtió en uno de los documentos más influyentes del siglo XX en tratándose de evaluar la problemática ambiental. También conocido como el Informe Brundtland, fue publicado en 1987, sentando, no sólo las bases conceptuales del desarrollo sostenible, sino que también propuso adoptar un marco normativo y ético para enfrentar la crisis ambiental global, integrando las dimensiones ecológicas, económica y social en favor del desarrollo humano. Entonces, el informe, no solo crea la noción de desarrollo sostenible, sino que, se convirtió en el segundo llamado de la ONU a las naciones integrantes de dicha organización, sin detrimento de los principios fundacionales de independencia y autodeterminación de la Carta de San Francisco de 1945 (Naciones Unidas, 2025a), luego de la Declaración de Estocolmo, emanada de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en 1972 (Naciones Unidas, 2025b), para que adoptaran políticas públicas y regulaciones ambientales.

El documento Nuestro Futuro Común o Informe Brundtland, fue resultado del trabajo de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD), creada por encargo explícito de la Asamblea General de las Naciones Unidas contenido en la Resolución 38/161 de 1983 (Naciones Unidas, 1983). La CMMAD, conocida también como la Comisión Brundtland, dado que estuvo encabezada por la entonces primera ministra de Noruega, Gro Harlem Brundtland, también incluyó a expertos de todo el mundo, entre ellos la colombiana margarita marino de botero, ambientalista consagrada, fue pionera del ambientalismo en América Latina integrando este grupo de expertos al lado de los representantes de Brasil y Guyana (Université du Québec à Montréal, 2025).

Contenido del Informe

El Informe Brundtland se estructuró en 3 partes:

  1. Preocupaciones comunes; donde diagnostica la crisis global y se define el desarrollo sostenible.
  2. Tareas comunes; que aborda sectores estratégicos como la energía coma la agricultura coma la industria y la urbanización.
  3. Esfuerzos comunes; enfocado en bienes comunes globales (océanos, el espacio, y la Antártida) y hace propuestas normativas e institucionales.

El documento concluye que la degradación ambiental proviene tanto del sobreconsumo de los países desarrollados como de la pobreza estructural en el Sur planetario (Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1987). Frente a esta paradoja, propone una alternativa: un crecimiento económico sostenible, que concilie la eficiencia productiva con la equidad social y las necesidades de conservación y protección ecológica.

El desarrollo sostenible: definición y principios

El legado más mencionado del informe la Comisión  Brundtland, es la definición del desarrollo sostenible que se describe en dicho documento como “el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1987, p. 43). Un modelo que encierra dos ideas fundamentales: Primero, la necesidad de priorizar las necesidades básicas de la población pobre  reconociendo el carácter social de la sostenibilidad. Y segundo, hoy la necesidad de respetar los límites ecológicos del planeta, ajustando las practicas actuales en tecnología y de consumo.

De la manera descrita, el desarrollo sostenible es presentado como un proceso de cambio estructural, no como un estado ideal. Así que el informe propone reorientar la economía, la tecnología y las instituciones públicas y privadas, hacia un modelo compatible con la regeneración de los ecosistemas (World Commission on Environment and Development, 1987).

Contribuciones jurídicas del informe Brundtland

Desde el punto de vista del derecho ambiental internacional, el Informe Brundtland marcó un punto de inflexión. Algunas de sus contribuciones más relevantes incluyen:

  • Plantea la integración entre el desarrollo y el medio ambiente, que inspiró reformas constitucionales como la de Colombia en 1991. Pues recordemos que el artículo 80 establece desde entonces “El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución (…)”.
  • Propuso una carta jurídica global sobre desarrollo sostenible, precursora de la Declaración de Río de 1992. Los principios 3 y 4 de dicha declaración consagran el derecho al desarrollo ejercido de tal forma “que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras” para “alcanzar el desarrollo sostenible”.
  • Y finalmente, la introducción de principios hoy fundamentales para la ciencia ambiental y jurídica:
    • El de precaución.
    • El de la responsabilidad común pero diferenciada.
    • El de la equidad intergeneracional.
    • El del derecho a un ambiente sano.

No puede dejarse de destacar que el Informe promovió la evaluación de impacto ambiental como herramienta técnico-jurídica obligatoria, y propuso fortalecer la cooperación internacional para gestionar los bienes comunes planetarios (CMMAD, 1987).

Colombia en la Comisión. Margarita Marino de Botero

La participación de Colombia en la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo fue significativa gracias a que estuvo integrada, como ya se dijo, por Margarita Marino de Botero, quien fuera directora del Inderena y una reconocida defensora del ecodesarrollo en América Latina (INDERENA, 1983). Su inclusión aportó la perspectiva del Sur global, por lo que la Comisión recogió sus sugerencias en relación con las menciones a la pobreza, la deuda externa, la conservación de la biodiversidad y la justicia ambiental, apoyadas decididamente por los representantes en la Comisión, del continente africano (Zimbabwe y Nigeria).

Su legado fue fundamental. No sólo contribuyó a las deliberaciones internacionales, sino que también promovió la edición colombiana del informe. Posteriormente a esta labor, Margarita Marino de Botero formó parte de la Comisión Latinoamericana sobre Medio Ambiente y Desarrollo y ayudó a consolidar una visión colombiana y regional sobre la sostenibilidad (Fundación Natura, 2022).

Conclusiones

38 años después, el Informe Brundtland sigue siendo un referente inevitable en la doctrina sobre los recursos naturales, la protección ambiental, las políticas públicas y las acciones sectoriales.

Los planteamientos de la CMMAD suponen hoy un pacto global, aunque inacabado, materializado con la Declaración de Río de Janeiro de 1992. Y en el caso colombiano, por la Constitución Política de 1991 y, como principio primero, en el numeral 1, del artículo 1, de la Ley 99 de 1993 y, luego, definido en su artículo 3 y consagrado como fin, en el primer párrafo del artículo 2. De ahí que el desarrollo sostenible sigue siendo, como decíamos, 38 años después, una meta todavía por alcanzar.

En un mundo crecientemente amenazado por el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y las desigualdades sociales, sus consideraciones y planteamientos están más vigentes que nunca.

Desde las políticas públicas y la regulación como instrumento de acción ambiental; desde la educación y el uso de la tecnología; desde la información y el papel de los medios de comunicación (y ahora de las redes sociales); desde el Estado y las comunidades, la visión  de la CMMAD ha permeado todas las perspectivas para enfrentar la necesidad de conservar y recuperar el medio natural.

El Informe Brundtland no sólo definió un concepto: propuso un paradigma y fijó una meta que aún estamos procurando alcanzar.

 

Bibliografía

Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. (1987). Nuestro futuro común. Alianza Editorial / Colegio Verde de Villa de Leyva.

Fundación Natura. (17 de mayo de 2022,). Margarita Marino de Botero: Pionera del ambientalismo en Colombiahttps://www.fundacionnatura.org.co

INDERENA. (1983). Ecodesarrollo: El pensamiento del decenio. Archivo Ambiental Margarita Marino de Botero.

Naciones Unidas. (1983). Resolución 38/161 de la Asamblea General sobre medio ambiente y desarrollohttps://digitallibrary.un.org/

Naciones Unidas. (2025). Carta de las Naciones Unidas [La organización]. https://www.un.org/es/about-us/un-charter

Naciones Unidas. (2025). Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, 5 a 16 de junio de 1972, Estocolmo [Estocolmo 1972]. https://www.un.org/es/conferences/environment/stockholm1972

Université du Québec à Montréal. (2025). El informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollohttps://www.ecominga.uqam.ca/pdf/bibliographie/guide_lecture_1/cmmad-Informe-Comision-Brundtland-sobre-Medio-Ambiente-Desarrollo.pdf

World Commission on Environment and Development. (1987). Our Common Future. Oxford University Press.

*Abogado con Maestría en Derecho de los Recursos Naturales y especialización en Derecho Minero Energético. Ha ocupado cargos como Secretario de Fomento Agropecuario y Minero del Huila, Director Seccional de Cormagdalena, Subcontralor del Huila, Director de Justicia y Secretario de Gobierno de Neiva, Superintendente de Puertos y Transporte, Procurador Regional en Boyacá y La Guajira, Director Ejecutivo de la Cámara Sectorial del Transporte de la ANDI y Procurador Judicial Ambiental y Agrario en varias regiones. Ha sido miembro del Comité Jurídico del SINA, de la Comisión Interamericana de Puertos de la OEA y del Consejo Directivo del ICONTEC. Actualmente es docente y miembro del Grupo de Investigación del Departamento de Derecho Ambiental de la Universidad Externado de Colombia, columnista del Diario del Huila y Procurador Judicial Ambiental y Agrario del Huila.

Fuente: UNIVERSIDAD EXTERNADO