Acciones que las empresas deberían poner en marca para preservar la capa de ozono
Las estrategias van desde la disminución del uso de sustancias agotadoras de ozono, hasta la capacitación en gestión óptima de residuos
Por: Sara Ibañez Pita
El próximo martes 16 de septiembre se celebrará el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en conmemoración a la firma del Protocolo de Montreal en 1994, en el que se acordaron las medidas adecuadas para la eliminación gradual de los clorofluorocarbonos, sustancias químicas artificiales utilizadas en industrias de refrigeradores, aires acondicionados, aerosoles y espumas, para la protección del planeta de la radiación ultravioleta emitida por el sol.
Para medir este impacto, anualmente, entre el 7 de septiembre y el 13 de octubre, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, Nasa, evalúa el área del agujero de la capa de ozono en millones de kilómetros cuadrados. En 1994, la cifra se situó en 23,6 km2 y, de ahí en adelante, los años que presentaron niveles más altos fueron 1998, con 25,9 km2; 2003, con 25,8 km2 y 2006, con 26,6 km2, en orden cronológico.
Por el contrario, los años en los que se ha registrado el tamaño del agujero más pequeño han sido 2017, con 17,4 km2; 2019, con 9,3 km2; y 2024, con 19,6 km2. Esta última cifra corresponde también con la más baja desde 2020, dando un parte positivo para este año y los siguientes. Además, como resultado del análisis del histórico de sanación de la capa de ozono desde la firma del acuerdo, los expertos han afirmado que, de continuar así, en 2060 se recuperaría su estado original de 1970, con un agujero menor a 1 km2.
En cuanto a las repercusiones, Benjamín Quesada, climatólogo, profesor y director del pregrado de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, explicó que el adelgazamiento de la capa de ozono tiene graves repercusiones en la salud de las personas y los ecosistemas. "Por ejemplo, la radiación UV es el factor de riesgo prevenible más importante de cáncer de piel y también aumenta la incidencia de cataratas con costos de centenas de millones de dólares en atención médica anuales. Finalmente, aunque cuantificarlo globalmente es complejo, más UV daña la fotosíntesis de plantas y el plancton marino, reduciendo cosechas y producción pesquera", explicó.
Frente a ese panorama, existen algunas estrategias que las empresas especializadas en sectores de refrigeración, aire acondicionado y en producción de espumas aislantes, aerosoles y solventes industriales, podrían implementar para reducir su impacto en la capa de ozono. Inicialmente, se les recomienda eliminar el uso de sustancias como clorofluorocarbono, CFCs; hidroclorofluorocarbono, HCFCs; halones, compuestos con bromo y cloro; y Sustancias Agotadoras del Ozono, SAO, por alternativas más seguras, como: HCFCs con bajo potencial de calentamiento global y refrigerantes naturales como dióxido de carbono, amoniaco y propano.
En segundo lugar, resulta clave hacer mantenimiento y control de fugas en los equipos de refrigeración continuamente, así como capacitar al personal técnico en buenas prácticas para el manejo de sustancias refrigerantes. Sumado a eso, Clara Inés Pardo Martínez, profesora en la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, reiteró que es importante hacer una adecuada gestión de los residuos, "disponer adecuadamente de equipos obsoletos que contengan SAO (como refrigeradores, extintores) y participar en programas de recolección y destrucción segura de las sustancias".
Quesada añadió que una buena estrategia es "modernizar equipos y cambiar a tecnologías más eficientes y seguras, que consuman menos energía y reemplacen gradualmente a los aparatos antiguos con altas emisiones de CFCs y HCFCs".
En cuanto a las ventajas que estas acciones traerían para las empresas, además de beneficiar a la capa de ozono y aportar en la lucha contra el cambio climático, están "mejorar la eficiencia energética, pues los equipos nuevos suelen consumir menos electricidad; cumplir regulaciones antes de que sean obligatorias, evitando multas y adaptaciones urgentes; y potencialmente ganar una imagen positiva ante consumidores, inversionistas y mercados internacionales", aseguró Quesada.
En adición a ello, Pardo afirmó que trabajar en la implementación de estas estrategias significaría abrir la puerta a "oportunidades e incentivos en organizaciones internacionales de financiamiento verde, además de convertirse en líderes en innovación y diferenciación en estos sectores industriales".
Poner en marca estas iniciativas resulta vital para que el tamaño del agujero en la capa de ozono disminuya, las afectaciones por la luz ultravioleta en la salud humana disminuyan. Al fin y al cabo, será el compromiso de cada empresa el que contribuya a la construcción de industrias más conscientes y responsables.
Fuente: LA REPÚBLICA