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Made in Platanal

Made in Platanal

En donde la realidad supera la ficción y donde las relaciones, particularmente las relaciones sociales y políticas, parecen parte de un libreto de opereta se incuban los semilleros perfectos de narradores, poetas, cineastas, compositores, filósofos, académicos excepcionales; donde todos somos privilegiados pues no hay quien, en estos países hispanoamericanos, que no tenga un amigo, pariente, yerno, hermano o padre (mi caso) que se sienta orgulloso de estar cerca de esta elite de personas consecuentes, felices y trascendentes.

Son ellos quienes nos comparten su visión del mundo a través de sus obras (novelas, poemas, canciones, películas) y nos regalan las voces de sus personajes y los entornos que habitan: geografías y escenarios íntimos, reales o imaginarios, donde cobran vida las obsesiones y los temas que atraviesan su escritura.

Recientemente en el X Congreso Internacional de la Lengua Española por el Instituto Cervantes rindió homenaje a Mario Vargas Llosa en su ciudad natal Arequipa. Allí se habló de su novela El sueño del celta (2010), que significó para el autor una labor de investigación sobre los dominios coloniales del rey Leopoldo II de Bélgica en Congo y además se encontró con el protagonista, el irlandés Roger Casement.

Este estudio debió resultarle familiar al autor, pues en las selvas amazónicas de esta esquina del globo también se encuentra la geografía de su obra literaria. Tanto el Congo como la Amazonía fueron territorios de colonización y extracción de riquezas, como otrora lo fue el caucho, y ambos se convirtieron en escenarios de violencia y desmanes, solo comparables con los que hoy generan los emporios del narcotráfico, la minería ilegal y el tráfico de fauna y flora.

Para los oriundos y habitantes de los países del platanal, siempre estarán en la memoria y en las conversaciones la United Fruit Company, aquella empresa bananera que ponía presidentes en Centroamérica, y la tristemente célebre Casa Arana, propiedad del peruano Julio César Arana del Águila, registrada en Londres en 1907 bajo el nombre Peruvian Amazon Rubber Company. Esta última operó en toda la región amazónica y entre los departamentos del Caquetá y Putumayo de Colombia. El caucho, producido en vastas extensiones de tierra, se empacaba y transportaba hasta Iquitos (Perú) y de allí a Manaos (Brasil), para luego llegar a Europa. Todo esto lo aprendimos en el maravillosa obra de La Vorágine de José Eustasio Rivera.

Aun cuando la realidad actual de estos países bananeros está hoy inundada de violencia por las economías ilegales, disfrazadas de reivindicaciones sociales y políticas, lo que también es cierto son las violaciones a los derechos humanos, corrupción y ausencia del Estado, estas historias se emparentan con las novelas de nuestros grandes escritores, porque en el fondo se repiten las mismas realidades.

Es por eso también que para Vargas Llosa la experiencia que el personaje Roger Casement, que había vivido en las plantaciones caucheras del Congo bajo la dominación colonial belga, él ya las había leído y conocido a través de la vida del personaje Arturo Cova en La Vorágine escrita en 1924.

El informe de Casement, publicado en 1903, fue la gran noticia en Europa. Años más tarde, viajó a la Amazonía para investigar las denuncias contra la Peruvian Amazon Company en el Putumayo, donde volvió a encontrar y denunciar un escenario de horror. De regreso a Europa, se convirtió en un ferviente activista contra el dominio británico, contactó a los alemanes durante la Primera Guerra Mundial y participó en la organización del fallido Levantamiento de Pascua (1916). Fue capturado, juzgado y ejecutado por traición. La novela de Vargas Llosa nos comparte esta historia de forma sobria y documentada, es una joya de rigor periodístico y literario.

Sin duda en los países del platanal tenemos que incentivar nuevas generaciones de intelectuales priorizando la educación humanística, el aprecio por el dato, la investigación y el valor documental para poder tener nuevos escritores, poetas, cineastas, periodistas y compositores con narrativas, poemas, películas y biografías serias que al combinarse con el sentimiento logre la sublimación de la verdad, los buenos sentimientos y las acciones preventivas y restaurativas para la construcción de la confianza y la concordia.

Artículo publicado originalmente en La República


La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.

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Martes, 11 Noviembre 2025